El escalofriante caso de Junko Furuta.

Internacional Policial

Junko Furuta, la estudiante de 17 años, que pasó por el infierno mismo. Conoce aquí los detalles su caso.

Junko Furuta era una adolescente de 17 años, oriunda de Tokyo, Japón. Solía llevar una vida tranquila y tradicional hasta que su vida fue arrebatada un 4 de enero de 1989.

Desafortunadamente, su vida dejó de pertenecerle 44 días antes de su muerte. Antes, fue secuestrada por cuatro «personas», quienes la hicieron pasar por diferentes tipos de torturas; Entre ellas abusos sexuales, quemaduras de todos los tipos, con objetos corto punzantes, entre muchas más.

Junko Furuta, era una chica popular entre los adolescentes de su edad y soñaba con convertirse en una cantante ídola. La noche en la que fue secuestrada, ella se encontraba camino a su casa cuando fue interceptada por dos hombres: Miyano Hiroshi y su amigo, Shinji Minato, ambos de 16 años.

El plan de estas dos bestias fue el siguiente: Shinji derribó a Junko, pateándola mientras pasaba en su bicicleta, creando una oportunidad para Hiroshi, quien se acercó a Junko con la «intención de ayudarla», ofreciendo llevarla a su casa, a lo cual ella aceptó.

Shinji, Hiroshi, y los otros dos individuos que cometieron el bestial acto.

A mitad de camino, Hiroshi amenaza a Junko con matarla si no lo sigue en silencio. La lleva a un almacén abandonado donde abusa de ella y aterroriza con la promesa de matarla. Luego de ese macabro acto, la lleva a la casa de Shinji e invitan a Jo Ogura de 17 años, y a Yaushi Watanabe a ser parte del bestial acto.

Estas cuatro «personas» ya habían participado antes en actos de secuestros, agresiones, robos y violaciones ya que tenían lazos con la mafia Yakuza.

Los padres de Furuta, desesperados por la desaparición de su hija, abrieron una investigación policial. Estos 4 hombres, al tanto de esto, obligaron a Junko a llamar a sus padres y obligarlos a que cerraran la investigación, dándoles el pretexto de que ella se encontraba en la casa de un amigo; ¿Por qué hizo esto? Minato y sus amigos la habían amenazado con matar a su familia si es que ellos no cerraban la investigación policial. Los padres de Minato tenían entendido que Junko era la novia de uno de los secuestradores, y no denunciaron a la policía ya que sabían los lazos que estos tenían con los Yakuza y temían las represalias que podrían tener si es que llevaban a cabo una investigación policial.

El infierno perduró alrededor de 44 días, por donde paso por violaciones grupales (estas cuatro personas invitaban a mas Yakuzas a participar del acto), apagaban cigarros en su cuerpo, introducían diferentes objetos por cualquier parte de su cuerpo, la obligaban a tomarse su orina y comer insectos, inserción de fuegos pirotécnicos en su recto y luego encenderlos con fuego, amputaciones de ciertas partes de su cuerpo, entre muchas otras torturas y degradaciones. Podría seguir describiendo los momentos de torturas por los que pasó pero solo más fomentarían el morbo, con todo lo relatado anteriormente ya se pueden hacer una idea de la mente de estas bestias inhumanas.

El 4 de enero, Junko fue retada a jugar Mahjong. Después de perder un juego, Hiroshi decidió desahogar su furia con Junko, en este punto, Junko apenas estaba viva. Luego de una serie de golpes con palos, fierros, patadas, Junko cae y colapsa con ataque de convulsiones. La rociaron con gasolina y la prendieron en llamas, gradualmente, Junko, dejo de intentar apagar las llamas y falleció. Junko estaba embarazada a pesar de los daños en su vientre.

Menos de veinticuatro horas después de su muerte, el hermano de Minato lo llama y le notifica que Junko estaba muerta. Temerosos de ser penalizados, el grupo envolvió su cuerpo en mantas y lo metió en una bolsa de viajes. Luego pusieron su cuerpo en un tonel de 204 litros, lo llenaron con cemento húmedo. Luego de esto, depositaron el tambor en un camión de cemento en Tokyo.

El 23 de enero de 1989 Miyano y Jo Ogura fueron arrestados por la violación de otra mujer de 19 años que habían secuetrado en diciembre. El 29 de marzo, dos agentes de policía fueron a interrogarlos, ya que se había encontrado ropa interior femenina en sus direcciones. Durante el interrogatorio, uno de los oficiales llevó a Miyano a creer que la policía estaba al tanto de un asesinato cometido por él. Pensando que Jo Ogura había confesado los crímenes contra Furuta, Miyano le dijo a la policía dónde encontrar el cuerpo de Furuta. La policía quedó inicialmente perpleja por la confesión, ya que se referían al asesinato de una mujer diferente y su hijo de siete años que ocurrió nueve días antes del secuestro de Furuta. Ese caso sigue sin resolverse hasta el día de hoy.

La policía encontró el tonel que contenía el cuerpo de Furuta al día siguiente. Fue identificada a través de huellas dactilares. El 1 de abril de 1989, Jo Ogura fue arrestado por una agresión sexual por separado y posteriormente arrestado de nuevo por el asesinato de Furuta. A esto le siguió la detención de Watanabe, Minato y el hermano de Minato. Se identificó formalmente a otros cómplices que participaron en el abuso de Furuta, entre los que estaban Tetsuo Nakamura y Koichi Ihara, que fueron acusados de violación después de que se encontrara su ADN en el cuerpo de la víctima y dentro de él.

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A pesar de la brutalidad impactante de sus crímenes, la identidad de los jóvenes fue ocultada por la corte ya que todos eran considerados menores en el momento del crimen. La revista Shukan Bunshun reveló los nombres de los cuatro torturadores, indicando que «dada la gravedad del delito no merecían que se respetase sus derechos al anonimato«. En julio de 1990, un tribunal de primera instancia condenó a Hiroshi Miyano, el presunto líder del crimen, a 17 años de prisión.​ Apeló su sentencia, pero el juez del Tribunal Superior de Tokio, Ryūji Yanase, lo sentenció a tres años adicionales de prisión. La sentencia de 20 años es la segunda sentencia más alta dada en Japón antes de la cadena perpetua. Tenía 18 años en el momento del asesinato. Según los informes, la madre de Miyano envió a los padres de Furuta 50 millones de yenes (US $ 425,000), luego de vender la casa de su familia. A Miyano se le negó la libertad condicional en 2004. En enero de 2013, Miyano fue arrestado nuevamente por fraude. Debido a evidencia insuficiente, fue liberado sin cargos más tarde ese mes. Nobuharu Minato, quien originalmente recibió una sentencia de cuatro a seis años, fue resentenciado de cinco a nueve años por el juez Ryūji Yanase en apelación. Yasushi Watanabe, quien originalmente fue sentenciado de tres o cuatro años de prisión, recibió una sentencia mejorada de cinco a siete años. Por su participación en el crimen, Jō Ogura estuvo ocho años en una prisión juvenil antes de ser liberado en agosto de 1999. Tenía 17 años en el momento del asesinato. Después de su liberación, se dice que se jactó de su papel en el secuestro, violación y tortura de Furuta.

Sin duda alguna, una de las historias policiales mas crudas de toda la humanidad.


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