Estos cambios no representan un riesgo para la salud, pero están abiertos a discusión sobre lo que debería considerarse un posible efecto secundario de la vacuna.
Kathryn Clancy, especialista en antropología biológica de la Universidad de Illinois, quien a principios de 2021 preguntó a sus seguidoras en redes sociales si alguna había experimentado cambio en su ciclo menstrual. Clancy decidió seguir investigando el tema y llevó a cabo una gran encuesta en la que participaron decenas de miles de mujeres estadounidenses.
Los resultados, publicados por la revista Science, muestran que de las 39.129 encuestadas, el 42.1% experimentó de manera temporal un flujo menstrual más abundante tras haberse vacunado. Según el estudio, esto afectó principalmente a mujeres de origen latino y de una edad superior a la media (teniendo en cuenta que el estudio analizó una muestra de mujeres entre 18 y 80 años, con una media de edad de 33 años) que habían pasado un embarazo, sufrían de algún problema reproductivo o usaban pastillas anticonceptivas. Además, el estudio reporta por primera vez la aparición de sangrado menstrual espontáneo en el 65% de las mujeres posmenopáusicas encuestadas tras vacunarse.